sábado, 9 de abril de 2011

El rinoceronte indio: inquilino del Castillo de If

A muchos nos suena el castillo de If, esa inmunda prisión a donde fue a parar el pobre Emundo Dantés sin haber hecho nada, al menos conscientemente, para merecerlo; y es que la suerte de la fea la guapa la desea... debió de pensar Fernando Mondego.




El castillo de If se emplaza en una pequeña isla del archipielago de Frioul, en la bahía de Marsella. Su construcción se inició en 1527, prolongandose las obras dos años.

La fortificación de If se construyó para defender la ciudad de Marsella de los ataques por mar. Francisco I aún recordaba el último ataque de los españoles, en 1523, dirigidos por el condestable Carlos III de Borbón bajo el mando del Emperador Carlos V. Aunque parece que había otros intereses en juego ya que Marsella pertenecía a la corona francesa desde hacía tan solo 35 años, por lo que proteger la ciudad no era tan prioritario como mantenerla a toda costa dentro de la corona francesa.

Parece que ser que los cañones de la fortaleza no tenian un gran alcance y por tanto su principal función era vigiliar la naves que entraban y salían del puerto de Marsella. Éstas al fondear la bahía si que quedaban bajo el tiro de los cañones de If, al igual que las fortalezas que se alzaban dentro de la ciudad.

En el siglo XVII la fortaleza de If se convirtió oficilamente en prisión estatal, aunque desde 1521 la isla ya acogía un prisionero, el caballero de Anselmo, acusado de dirigir un complot contra la monarquía. Posteriormente las celdas se llenaron con numerosos opositores al poder real y otros tantos protestantes.

Como curiosidad en 1516 una nave portuguesa hizo escala en la isla de If. Esta nave transportaba desde Lisboa hasta Roma un rinocerante indio que recibió el rey Manuel I de Portugal como regalo del sultán de la India portuguesa hacia 1515. Deseoso de agasajar al Papa para mantener sus privilegios reales sobre las nuevas tierras que la flota portuguesa habia explorado en el extremo oriental del globo, el rey de Portugal decidió regalar éste magnifico animal al Papa León X.

Era un acontencimiento único ya que era el primer rinocerante que se veia en Europa desde el año 248. Francisco I de Francia se desplazó a la isla para poder verlo. Por desgracia para el papa, la nave naufragó ante la costa de Liguria y tras las labores de rescate se logró recuperar el cuerpo del rinocerante indio, el cual fue enviado a Lisboa de nuevo donde fue disecado y rellenado con paja y enviado de nuevo al Papa León X.


Grabado de Albert Dürer sobre madera de 1516


Grabado de Albert Dürer en madera de 1516. El famoso artista nunca vio con sus propios ojos al famoso rinocerante, realizó su famoso grabado a partir de una descripción que realizó el comerciante Valentin Ferdinand. En el grabado hay una inscripción que dice: En el primero de mayo del año 1513 [sic], el poderoso Rey de Portugal, Manuel de Lisboa, trajo semejante animal vivo desde la India, llamado rinoceronte. Esta es una representación fiel. Tiene el color de una tortuga moteada,y está casi completamente cubierto de gruesas escamas. Es del tamaño de un elefante, pero tiene las patas más cortas y es casi invulnerable. Tiene un poderoso y puntiagudo cuerno en la punta de su nariz, que afila en las rocas. Es el enemigo mortal del elefante. El elefante se asusta del rinoceronte, pues, cuando se encuentran, el rinoceronte carga con la cabeza entre sus patas delanteras y desgarra el estómago del elefante, contra lo que el elefante es incapaz de defenderse. El rinoceronte está tan bien acorazado que el elefante no puede herirle. Se dice que el rinoceronte es rápido, impetuoso y astuto. La descripción del rinoceronte se basa en la obra de Plinio e l viejo. Parece que Manuel I quiso confirmar si era cierto, tal y como explicaba Plinio, que el rinoceronte y el elefante son enemigos mortales y los hizo combatir, el resultado fue que el elefante acostumbrado a la tranquilidad y los mimos de la corte huyó corriendo nada más ver al rinoceronte.

En la corte Papal el famoso rinoceronte fue retratado por Rafael y Giovanni da Udine aunque el animal ya no despertaba el entusiasmo que causó en Portugal.

De su paso por la torre de Belem en Lisboa ha quedado testimonio en algunos de las gargolas de la torre, que en el momento en que acogió a tan ilustre invitado estaba aún en construcción.


Gárgola con forma de rinoceronte en la torre de Belem


Parece que éste no era el primer regalo exótico que recibía el papa de los portugueses, en 1515 Manuel I obsequió al Papa León X con un elefante blanco, también procedente de la India. Parece que éste corrio mejor suerte y llegó sano y salvo a su destino.

Para los que nos gustan las novelas Lawrence Norfolk escribió El rinocerone del Papa y José Saramago El viaje del Elefante, ambos inspirados en estos hechos.

Posteriormente If se convirtió en un faro y actualmente es una atracción turística.

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