sábado, 25 de junio de 2011

Caldas da Rainha


En el año 1485 la reina Leonor de Portugal mandó construir el primer hospital termal.

Según la leyenda en el año 1484 Doña Leonor, esposa del rey portugués Joao II, se dirigía a Batalha y por el camino pasó por Caldas de Óbidos. Esta zona era frecuentada por leprosos y enfermos de reumatismo que buscaban alivio para su enfermedad en las sulfurosas aguas de este lugar. Ya en época de los romanos se construyeron unos baños pero el paso de los años y las diferentes batallas lo destruyeron y las ruinas fueron utilizadas por los enfermos y leprosos durante la edad media.

Leonor quedó impactada al ver las malas condiciones en que se encontraban los baños y compadeciéndose de los enfermos y leprosos decidió construir un hospital termal. Existe otra variante de la historia que explica que Leonor se encontraba enferma en Almeirin y sus médicos le aconsejaron que se diera unos baños en aquel lugar. La reina ordenó la construcción de un tanque y probó el tratamiento de las aguas, al ver que surgían efecto y su enfermedad remitía prometió construir un hospital.

En el año 1485 se iniciaron las obras pero fue en 1488 cuando se dio un verdadero impulso y se construyó el hospital y la iglesia anexa, ambos dedicados a Nuestra Señora del Pueblo.

Alrededor de este complejo hospitalario se asentó una nueva población que recibió el nombre de Caldas da Rainha. La preocupación de Leonor por la población era evidente ya que se concedieron privilegios y libertades para todos aquellos que se instalasen en ella y en el año 1511 el rey Manuel le concedió el título de Villa.

Aún así el mantenimiento del hospital y la iglesia requerían una fuente de ingresos constante por lo que Leonor decidió donar las rentas que percibía y sus derechos sobre las tierras de Óbidos, Aldeia Galega y Merciana. También vendió parte de sus joyas para adquirir el mobiliario, utensilios, ropas y otros objetos necesarios para el hospital.

El apoyo de las autoridades religiosas tambien fue muy importante, en este caso para la construcción de la iglesia. El cardenal Alpedrinha, confesor de la reina Leonor, consiguió las bulas papales necesarias para su construcción.

Las obras se realizaron en diferentes etapas, ya que el hospital fue ampliándose a lo largo del tiempo. En el año 1490 la iglesia y el hospital ya funcionaban a pleno rendimiento. El hospital era un edificio de dos plantas; en la planta baja se encontraban los baños y la enfermería con aquellos enfermos que debían guardar reposo en cama, esta zona conectaba con la iglesia con lo que los enfermos podían asistir a la misa. En el piso de arriba había un total de 110 camas, unas 70 se reservaban para los más pobres.

El tratamiento termal sólo se practicaba entre el 1 de abril y el último día de septiembre. El primer día se leía el Compromiso, una serie de reglas establecidas por la reina Leonor para garantizar el buen funcionamiento de su hospital.

Durante el siglo XVI el hospital se consolidó como institución de salud y asistencia médica ofreciendo una gran diversidad de servicios. Posteriormente en el siglo XVII fue objeto de una gran cantidad de reformas dado el interés que tenían los monarcas por el lugar. El rey Joao V visitó Caldas da Rainha trece veces entre 1742 y 1748. También proyectó una serie de obras llevadas a cabo por Manuel da Maria, ingeniero mayor y Eugenio dos Santos. Las obras se iniciaron en 1747 e incluían la creación de una red de abastecimiento de agua para la villa. Las obras que se llevaron a cabo destruyeron el edificio original construido bajo el mecenazgo de la reina Leonor por uno mucho más funcional.

En el siglo XIX los baños se transformaron en una moda social en toda Europa. Ya no solo se recomendaban estos tratamientos para la salud física sino también para el bienestar psicológico. Se crearon jardines para pasear, leer, relajarse... espacios de convivencia. Estos cambios fueron promovidos por Rodrigo Maria Berguó, administrador del hospital quien quiso que este se convirtiera en un punto de referencia a nivel mundial.



El actual edificio termal de Caldas da Rainha

4 comentarios:

  1. Los milagros ya no existen Nic....

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  2. Me quedo con la primera variante de Leonor, fue su gran generosidad en parte un poco de intereses que ahora se puede disponer de un buen lugar de cura y reposo.
    Bonita busquera Alicia

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  3. Yo creo que debe de acercarse a la verdad la segunda versión. Seguramente el encontrar un remedio que calmase los dolores de la enfermedad que padecía la induciría a acondicionar el lugar para que su uso fuera más confortable, aun así no hay que quitarle mérito al hecho de que fundara una institución de éste tipo a la que tuviera acceso cualquier persona independientemente de su condición. Aún así no hay que olvidar que casi todas las mujeres de la nobleza se dedicaban a realizar obras de caridad y dentro de sus posibilidades a la fundación de hospitales para aliviar los males de los enfermos o monasterios en los que se daba cobijo a los peregrinos o viajes entre otros e incluso trataban a los enfermos.

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  4. Me gustaría saber de qué Leonor de porPortu es la estua de Caldas rainha gracias

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