viernes, 9 de noviembre de 2012

Tiresias



     Tiresias era un célebre adivino sobre el que circulaban diferentes leyendas sobre como adquirió sus dotes.

     Cuentan que Tiresias fue cegado al haber visto accidentalmente a la diosa Palas desnuda. Cariclo decidió intervenir a su favor y consiguió que Palas en compensación le concediera el don profético.

     Existe otra bastante distinta y mucho más celebre.  Un día paseando por el monte Cileno el joven Tiresias vio a dos serpientes copulando. Parece ser que Tiresias intervino, no se sabe si separando a las serpientes o hiriéndolas o matándolas,  el hecho es que como resultado de su intervención él quedó convertido en mujer. Siete años después se encontró paseando por el mismo lugar y volvió a ver a dos serpientes copulando y Tiresias decidió intervenir de nuevo.



     Esta vez recuperó su sexo original, volvió a ser un hombre. Esta aventura le hizo célebre entre los dioses y un día en que Zeus y Hera discutían sobre quien experimentaba más placer en el acto sexual, si el hombre o la mujer y decidieron consultar a Tiresias ya que él había vivido ambas experiencias. Tiresias afirmó que si el placer sexual se componía de diez partes, la mujer se quedaba con nueve y al hombre le quedaba una. Con esta respuesta Hera se encolerizó dado que el gran secreto del sexo había sido revelado y decidió privar a Tiresias de la vista. En compensación Zeus le ortogó el don de la profecía y el privilegio de una larga vida, según se dice Tiresias vivió siete generaciones.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Hermafrodito

     Conocemos como hermafroditas a aquellos seres que tienen doble naturaliza, femenina y masculina. En la mitología griega Hermafrodito era el hijo de los dioses Hermes y Afrodita.  Él había sido criado por las ninfas de los bosques del Ida, en la región de Frigia. A los quince años se lanzó a la aventura y decidió viajar por Asia Menor. En Caria se detuvo en el margen de un gran lago habitado por una ninfa llamada Salmacis. Ella se enamoró locamente de él y se declaró pero fue rechazada. Salmacis fingió entonces resignación y corrió a ocultarse mientras el joven se zambullía en las claras aguas del lago. En ese momento en que él estaba en sus dominios Salmacis corrió hacía él y le abrazó fuertemente mientras lanzaba una plegaria a los dioses, pidiendo que sus cuerpos jamás se separasen. Los dioses escucharon su plegaria y los unieron en un nuevo ser que tenía pecho de mujer y genitales de hombre. Como recompensa Hermafrodito obtuvo de los dioses un favor, cualquiera que se bañara  en las aguas del lago de Salmacis, correría su misma suerte y perdería su virilidad.



                                        
                                          Hermafrodita dormido. (Museo del Louvre)


lunes, 1 de octubre de 2012

Salarium

     Si buscamos en la RAE el significado de la palabra salario veremos que se define como "Paga o remuneración regular". Su segunda acepción es "En especial,  cantidad de dinero con que se retribuye a los trabajadores por cuentas ajena".  

     Para saber cual es el origen de la palabra salario debemos remontarnos a la época del imperio romano, donde la sal era un producto muy importante.  Quinientos años antes de Cristo se construyó se la vía Salaria, una calzada que iba desde las salinas de la ciudad de Ostia hasta Castrum Truentinum, en el Adriático, pasando por Roma. Los soldados que cuidaban de la via recibían parte de la paga en sal. A esta parte de la paga la llamaron Salarium Argentum, es decir, dinero de sal. Ésta vía de 242 kilómetros fue utilizada fundamentalmente por los sabinos para el comercio de la sal. Tal era su importancia que algunos historiadores se plantean si detrás de la fundación de Roma se encuentra el comercio de la sal. 

                                                
                                                       Calzada romana de Ostia

viernes, 28 de septiembre de 2012

Guillemo Tell, el libertador de Suiza


     La historia de Guillermo Tell es una de las más conocidas que nos ha llegado de la Edad Media. Según este popular relato, Tell era un habitante de Bürglen, ciudad situada en el centro de Suiza, conocido por su puntería con la ballesta. Hacia el año 1276 tuvo un altercado con el gobernador del cantón de Uri, Hermann Gessler, al negarse a inclinarse ante el símbolo de la autoridad del Imperio: un sombrero colocado en lo alto de un poste que estaba clavado en el centro de la plaza principal. El gobernador decidió castigar con dureza esta grave afrenta y sabiendo que Guillermo era conocido por ser buen tirador le obligó a disparar a una manzana que había colocado sobre la cabeza de su hijo menor. Si acertaba en el blanco ganaría la libertad pero si fallaba... sería arrestado. Como no podía ser de otro modo Tell disparó y clavó su fecha en la manzana. Entonces el gobernador le preguntó por qué había preparado dos flechas si sólo había disparado una, a lo que Tell respondió, que de haber fallado habría disparaddo la segunda flecha contra él. Tras esta insolencia el gobernador Gessler ordenó el arresto inmediato de Tell y su encierro en prisión. 

     El traslado a prisión se hizo en barco a través del lago de los Cuatro Cantones, pero no fue una travesía tranquila ya que se desencadenó una violenta tormenta. Tell aprovechó la confusión de esos momentos y logró escapar. Dirigió sus paso hacia el castillo del gobernador, en Küssnacht y en el momento en que apareció Gessner lo mató con la segunda flecha.

     Ficción o realidad esta singular historia se popularizó hacia el siglo XV y se divulgó con gran facilidad entre la población es una adaptación de otras leyendas medievales anteriores. En el siglo XVIII gracias a la crónica de Tschudy y al historiador Johannes Von Müller y su Hisotira de Suiza, publicada en 1778 se  consagró la figura de Guillermo Tell como heroé de la libertad helvética y del espíritu alpino, difundiendo la imagen de los suizos como un pueblo pacífico que vive en armonia con la naturaleza. Una imagen totalmente alejada de la realidad puesto que las duras condiciones de vida para los cazadores y campesinos de los cantones alpinos propiciaban expediciones armadas para apoderarse de pastos y atacar conventos cercanos.



Estatua de Guillermo Tell en Altdorf, Uri

lunes, 24 de septiembre de 2012

Deucalión y Pirra


     Los hombres de la llamada Edad de Bronce defraudaron al dios Zeus. Eran una raza cruel y viciosa que solo vivían por y para la guerra. Descubrieron el bronce, metal que empleaban para construir armas y herramientas que luego utilizaban para matarse entre ellos. 

     Zeus aborrecía a los hombres de la Edad de Bronce y decidió que debía acabar con ellos. Ahogarlos en un gran diluvio fue la solución. Sólo salvó a dos justos, Deucalión y su espora Pirra, "la rubia".

     Deucalión era hijo de Prometeo y Clímenes y su mujer Pirra de Epimeteo y Pandora, la primera mujer. Aconsejados por el titán Prometeo (que tenia el don de la profecía), Deucalión construyó un "arca", un gran cofre en el que se introdujeron. Durante nueve dias y nueve noches estuvieron flotando en las aguas del diluvio, hasta que llegaron a las montañas de Tesalia. Desembarcaron allí y cuando las aguas se retiraron se dirigieron al oráculo de Temis  para consultar como debían repoblar la tierra. Según otra versión  Zeus envió a su heraldo Hermes para concederles un deseo y Deucalión pidió tener compañeros. Tanto el oráculo como Zeus indicarón a Deucalión y a Pirra que lanzasen los huesos de su madre por encima de sus hombros, sin volver la vista atrás. 

     En un primer momento Pirra se espantó de esta acto impío pero  comprendió que se trataba de piedras, los huesos de Gea, la gran madre. Así que Deucalión lanzó por encima de sus hombros piedras y de éstas nacían hombres y de las lanzadas por Pirra, mujeres.


                                         
                                                              Deucalión y Pirra por Rubens (1636-1637)

martes, 28 de agosto de 2012

La fuente Egeria


     La fuente de Egeria tiene su origen entre el mito y la historia.Se encontraba en Roma, en el bosque de las musas. Cada día las Vestales atravesaban la ciudad para recoger en sus cántaros el agua de esta fuente que utilizaban para sus ritos. Durante el trayecto de ida y vuelta la vestales no podían apoyar el cántaro en la tierra. Como curiosidad uno de los protagonistas de esta entrada, el rey Numa Pompilio,que vivió a lo largo del siglo VIII a.C., creó la figura de las Vestales, encargadas de vigilar el fuego sagrado. A lo largo de los años se les atribuyeron más funciones más sociales que religiosas.

     El origen de esta fuente se remonta a los tiempos del rey Numa Pompilio, sucesor de Rómulo y por tanto segundo rey de la ciudad. Egeria era una ninfa romana, asociada a las fuentes y protectora de las novias y las futuras madres. Su figura también se suele asociar al culto de la Diana de los Bosques. 

     Egeria era la esposa del rey Numa Pompilio y actuaba como su consejera. Con sus sabias palabras le inspiró leyes y encaminó su política religiosa. Le enseñó a ser un rey justo y sabio y pasó a ser conocido como Numa el piadoso. 

    Cuando Numa murió Egería lo convirtió en un pozo consagrado a Diana  en el bosque de Arriccia; se dice que las aguas de éste gemían igual que ella al fallecer su esposo. Egeria que era un mar de lágrimas se convirtió ella misma en fuente.


La ninfa Egeria dictando las leyes a Numa Pompillio de Ulpiano Checa


     Existe otra variante del mito NO menos conocida en la que Egeria no era la esposa de Numa, sinó tan solo su consejera. Amándolo en silencio Egeria no pudo consumar su amor puesto que Numa murió. La ninfa no hallaba consuelo y su llanto no cesaba y Diana se apiadó de ella y la convirtió en fuente.

     Se cree que en Roma se practicaba el culto a Egeria, cerca de la puerta Capena, al pie de la Colina Celio.


Que versión os gusta más?





lunes, 13 de agosto de 2012

Las Vulcanalia


     Las Vulcanalia es una fiesta de la antiguedad romana que se celebraba el 23 de Agosto en honor al dios del fuego y la forja, Vulcano. Se dice que Tito Livio introdujo esta fiesta en Roma y que Romulo creó el primer santuario en honor a Vulcano gracias a un botín de guerra. En la Vulcanalia era costumbre arrojar pececitos u otros animales al fuego. Estas ofrendas representaban vidas humanas, y se creia que al arrojar los pececitos al fuego prolongaban esas vidas humanas; tambien rogaban por la protección antes los incendios de verano que devoraban los trigales y graneros; a estas alturas del año ya los graneros del imperio ya estaban a rebosar.

     En la mitologia romana Vulcano era asimiliado con Hefesto, el dios griego patrón del fuego y de los oficios. En algunos casos también se identificaba como padre de Caco o de Céculo o incluso del mítico rey Servio Tulio. 

     Como curiosidad desde el año 2002 se vienen celebrando en la localidad de Mara (Calatayud) las Vulcanalia en el dia de Vulcano, el 23 de Agosto.  

   
Vulcano por Rubens

domingo, 20 de mayo de 2012

El origen del topónimo Odivelas

Todas las noches el Rey D. Dinis de Portugal abandonava el palacio de la Alcáçova junto con un grupo de hombres de su confianza. A oídos de la Reina Santa Isabel había llegado el rumor de que el grupo descendía oculto en sus capas a la baixa y desde allí tomaban un camino hacia un monasterio femenino que el propio Rey D. Dinis fundó hacia el año 1295 como promesa al haberse salvado del ataque de un oso.

Vista del monasterio de Odivelas


Suponiendo la Reina que el Rey mantenía encuentros secretos con las monjas del monasterio, que en su mayoría eran Bernardas (pues procedían de la nobleza), decidió un día sorprender a su marido y se plantó en medio del camino con sus doncellas y le dijo al Rey: "Ide a vê-las, que nós aqui estamos para vos aluminar". Aunque la historia no recoge que sucedió después de esta sorpresa, la leyenda indica que esta frase dió el nombre de Odivelas ("ide vê-las") al monasterio y Lumiar ("para vos aluminar") al lugar de encuentro entre las dos comitivas.

El cuerpo del Rey D. Dinis fue sepultado en el monasterio de Odivelas, curiosamente a pesar de que la Reina Santa Isabel perdonó las innumerables infidelidades de su marido sin enojarse, su cuerpo no descansa en la iglesia de este convento sino que reposa en el monasterio de Santa Clara en Coimbra.

Sepulcro del Rey D. Dinis

domingo, 15 de abril de 2012

Ovidio, el poeta desterrado


Publius Ovidius Naso nacido en el 43 aC. en Sulmona y fallecido en el 17 d.C. en Tomis (Rumania) fue uno de los grandes poetas del imperio que sufrió la cólera de Roma. Ovidio era miembro de una familia de caballeros por lo que su futuro iba dirigido al cursus honorum, es decir, la carrera política; para ello su anciano padre le puso al cuidado de varios maestros versados en derecho y retórica. Pronto Ovidio empezó a interesarse por la retórica y a hablar en verso para disgusto de su padre: Parce mihi, nunquam versificabo, pater! ("¡Perdóname, papá!, puedo jurar que nunca volveré a versificar"), solía decirle el poeta.

La muerte de su padre y la herencia familiar facilitaron el que abandonase el estudio del derecho y empezara la producción literaria. Sus primeras obras son poemas de carácter amoroso y se basan en su propia experiencia. Heroidas (Espistulae Herodium), El arte de amar (Ars Amandi), Remedios para el Amor (Remedia Amoreis), y Cosméticos para el rostro femenino (Medicamina faciei feminae)... son algunas de sus primeras obras. El éxito de estos poemas amorosos rádica en que realmente son manuales sobre la sexualidad dirigidos tanto a hombres como a mujeres. No obstante su gran obra es Las Metamorfosis, una gran epopeya que recoge gran parte de la mitología grecorromana, centrándose en las transformaciones de sus protagonistas.

Ovidio había adquirido por esta época gran fama como poeta cortesano. Sus obras no se ajustaban al modelo de moral y virtud que el emperador Augusto impuso bajo su mandato. Para congraciarse con él Ovidio ideó su gran obra, la más ambiciosa de todas, dedicada al calendario romano y la tituló Fasto. Parece ser que la obra no tuvo el efecto esperado y en poco tiempo la desgracia cayó sobre el poeta.

En el año 8 d.C. Ovidio recibió la orden de dejar Roma y partir al Ponte Euxino, el mar negro, e instalarse en Tomis (actual Rumania) que en ese momento marcaba los confines del imperio. El exilio era uno de los castigos habituales y duros puesto que los destinos escogidos solían ser regiones inhóspitas situadas en los límites del imperio o en islas solitarias de las que no era posible escapar sin correr grandes riesgos. La pena de muerte era la alternativa y en esto los romanos fueron muy imaginativos.

Se abre una nueva etapa y la obra de Ovidio está marcada por la reflexión, la nostalgia, el recuerdo de Roma... Tristia y Epistulae Ex Ponto son obras que escribió durante el exilio y están marcadas por la reflexión.

Cuando en el año 14 d.C. muere Augusto y sube al poder Tiberio, Ovidio que tiene 60 años y lleva ya varios años en el exilio implora al nuevo emperador su retorno a Roma para si no vivir al menos morir en ella. Sin embargo sus súplicas no logran conmover al nuevo emperador y muere en el exilio hacia el 18 d.C. cuando su obra era ya considerada decadente.

Mucho se ha escrito sobre el por qué de este exilio. Los historiadores apuntan a una posible imprudencia cometida con Julia, la hija del emperador, o con Julia Minor, hija de Julia. Es interesante recordar que también Augusto desterró a su propia hija Julia, al ser acusada de adulterio, a la isla de Pandataria, donde murió en el año 14 d.C.

Otros dicen que el destierro fue invención del propio Ovidio e incluso que el propio emperador Augusto le salvó la vida al exiliarlo puesto que sin tener conocimiento de ello, Ovidio había desvelado algunos de los misterios reservados para los iniciados en sus obras y se encontraba en peligro de muerte.

domingo, 8 de abril de 2012

Diógenes versus el Síndrome de Diógenes

En 1960 empezaron a realizarse los primeros estudios dedicados a analizar la conducta de los enfermos de síndrome de Diógenes, un trastorno del comportamiento que afecta habitualmente a las personas mayores y que se caracteriza por un abandono personal, aislamiento voluntario en su propio hogar y la obsesión por la acumulación de basura doméstica. Erroneamente se bautizó a esta enfermedad como síndrome de Diógenes, haciendo referencia al filósofo griego Diógenes de Sinope. Este filósofo griego del siglo IV, originario de la colonia griega Sinope perteneció a la corriente filosófica cínica y fue discípulo de Antístenes, el pupilo más antiguo del gran Sócrates. Se decía de él que vivia dentro de una tinaja en Atenas y que sus pertenencias eran un manto, un zurrón, un báculo y un cuenco, por lo que vivía en la extrema pobreza. Diógenes defendia la idea de autosuficiencia, una vida natural al margen del lujo de la sociedad, todo ello basado en la idea del autocontrol (la completa anulación de las necesidades y el deseo).


El Diógenes de Waterhouse


Diogénes nació en Sínope hacia el año 412 a.c. y murió en Corinto en el 323. a.C. Sabemos de su pensamiento y vida gracias a su tocayo Diógenes Laercio que le dedicó un capítulo en su obra Vidas, opiniones y sentencia de los filósofos más ilustres.

Sobre su infancia tenemos muy poca información. Diógenes era hijo de un banquero llamado Hicesias. Ambos fueron desterrados de Sinope por fabricar moneda falsa, historia que ha sido corroborada por los arqueólogos al hallar en la ciudad de Sínope monedas falsificadas datadas del siglo IV a.C y otras monedas de la época que llevan el nombre de Hicesias, el oficial que las acuñó. Según la leyenda la participación de Diógenes en la falsifación de la moneda se debe al Oráculo de Delfos. Como sabemos los griegos eran muy aficionados a las artes adivinatorias y no daban un paso sin que los dioses les guiaran. Diógenes al igual que sus compatriotas tambíen consultaba el oráculo de Delfos y en una ocasión este le dijo "vuelve a tu casa y da nuevas instituciones a tu tierra". Como solia pasar con los oráculos sus consejos solian tener varias interpretaciones y en este caso Diogenes en vez de optar por cambiar la constitución decidió cambiar la moneda...

Este hecho propició el exilió de nuestro filósofo, instalándose en Atenas con un esclavo llamado Manes que le abandonó al cabo de poco tiempo. Siendo práctico Diógenes afrontó el abandono diciendo "si Manes puede vivir sin Diógenes, ¿por qué Diógenes no va a poder sin Manes?, una forma de reirse de la dependencia de las relaciones humanas.

En Atenas Diógenes empezó a cuestionar la falsa moral de la costumbre. Los atenienses no se cuestionaban que era lo que realmente estaba mal si no que se preocupaban sólo de lo que convencionalmente estaba mal. Así Diógenes empieza a distinguir dos conceptos, la naturaleza (physis) y lo convencional (nomos), este es el tema principal de la filósofica griega. A partir de este concepto y bajo la influencia del fílósofo Antístenes, discípulo de Socrátes, Diógenes adoptó la austeridad extrema como modo de vida, superando a su maestro en poco tiempo, pues vivía en una tinaja (ambos negaban la propiedad). Diógenes pretendía poner en evidencia los vicios de los atenienses: la vanidad, artificiosidad, el engaño, la escala social... y alejarse de ellos a través de su forma de vida. Él no se preocupo tanto de formar una escuela y legar su doctrina sino de vivir de acuerdo a su concepto de virtud despreciendo a la sociedad.

Los anécdotas que han llegado hasta nosostros son una muestra de su filósofia. Un día Diógenes vió como un niño bebía agua con las manos en una fuente y dijo: "Este muchacho me ha enseñado que todavia tengo cosas superfluas", por lo que decidió desprenderse de su cuenco. Como podemos ver este hecho está totalmente opuesto al comportamiento de las personas que padecen síndrome de Diógenes. En otra ocasión Diógenes estaba masturbandose en el ágora, y a quien le reprendía por este hecho el contestaba "ojalá, frotandome el vientre, el hambre se extinguiera de manera tan dócil". Causó impresión entre sus compañeros de estudio pues un día apareció en la academia con un pollo desplumado gritando a Platón "Te he traido un hombre!". A partir de ese día la definición de hombre realizada por Platón consistente en "bípedo implume" fue ampliada gracias a Diogénes a "bípedo implume con uñas planas".

La vida de Diógenes era una constante aventura. Según una leyenda creada por Menipo de Gadara, Diagenes realizó un viaje a Egina, durante el que fue caputarado por los piratas y vendido como esclavo. Cuando lo pusieron a la venta le preguntaron que sabia hacer y sin pensarselo dijo: "Mandar. Comprueba si alguien quiere comprar un amo". Xenides de Corinto le compró y le devolvió la libertad y lo convirtió en tutor de sus hijos.

Otro hecho curioso es el encuentro en Diógenes y Alejandro Magno durante los juegos Istmicos. Una mañana en la que Diógenes estabas absorto en sus pensamientos, Alejandro, interesado en conocerlo, se acercó y le dijo si podía hacer algo por él. A lo que Diogenes le respondio "Si, tan solo que te apartes porque me tapas el sol". El cortejo que acompañaba a Alejandro quedó escandalizado y empezó a burlarse del filósofo, diciendole que se encontraba ante el rey. Alejandro cortó sus risas diciendo "De no ser Alejandro, habría deseado ser Diógenes". En otra ocasión Alejandro se encontro al filósofo mirando atentamente una gran pila de huesos humanos. Diogenes le dijo "Estoy buscando los huesos de tu padre pero no puedo distinguirlos de los de un esclavo".


El encuentro de Alejandro y Diógenes por Sebastiano Ricci


Sobre la muerte de Diógenes existen varias leyendas entre ellas que murió por comer un pulpo vivo o como consecuencia de una caida tras haberle mordido un perro el tendón mientras intentaba repartir con él el pulpo. Otros dicen que murió por su propio voluntad al dejar de respirar.

En Corintio se le erigió postumamente una columna en marmol de Parós con la figura de un perro descansando.

Sobre la asociación del perro a Diogenes existen varias hipótesis. Una de ellas podría ser el origen de la palabra cínicos que da nombre a la corriente filósofica a la que se adhiere Diógenes. Parecer ser que Antístenes fundó su escuela en el santuarioy gimnasio de Cinosargo, cuyo nombre significa Kyon argos, es decir perro ágil o blanco. Tambien podria hacer referencia al estilo de vida (el vivir en libertad al margen de los convencionalismos, el ataque a la tradición y la desverguenza) de Antístenes y Diogenes que se asemenjaba al de los perros por lo que la gente los apodó Kynikos, de Kyon, perro. Aunque se trataba de un apodo despectivo Diogenes encontró la comparación muy apropiada y lejos de ofenderse se enorgulleció de ello, como un dia en el que en medio de un banquete los comensales empezaron a lanzarle los huesos, como solían hacer con los perros a lo que Diogenes respondió orinandose en ellos.

domingo, 4 de marzo de 2012

Pedro e Inés de Portugal

Uno de los mayores mitos de Portugal se basa en un hecho histórico real, los amores de Don Pedro e Inés de Castro.

En 1339 el príncipe Don Pedro, hijo del rey Alfonso IV, se casó con Constanza Manuel, noble de origen castellano. En el séquito de ésta viajaba su prima, una bellísima dama llamada Inés de Castro. Ésta era hija bastarda del duque de Peñafiel y marqués de Villena, Don Juan Manuel.


Retrato de Inés de Castro


La llegada de Inés a la corte portuguesa causó un gran revuelo e inflamó de pasión el corazón del príncipe Pedro. Aunque se trataba de una relación ilícita, recordemos que Don Pedro había contraído matrimonio con Doña Constanza prima de Inés, la pareja vivía su amor abiertamente y era por todos conocido.



Retrato del príncipe Don Pedro


En un intento desesperado por conservar su marido, Doña Constanza pidió a Inés que fuera madrina de su primer hijo, así según las costumbres de la época se creaban lazos familiares entre los amantes y cualquier tipo de relación amorosa entre ellos adquiría tintes incestuosos. Aún así el triunfo de Doña Constanza fue pasajero, a la semana moría el pequeño.

El rey Alfonso IV no podía tolerar esta situación. Aunque se escudara en motivos morales lo cierto es que políticamente esta relación ponía en peligro a su propio reino por lo que ordenó el destierro de Inés de Castro, quién no marchó demasiado lejos, instalándose en el castillo de Albuquerque, situado en Badajoz, donde el príncipe Pedro podía visitarla. Poco tiempo después, el 13 de noviembre de 1345, Constanza fallecía al dar a luz al futuro rey Don Fernando. Tras su muerte Don Pedro liberaba a su amada del destierro para vivir su amor libremente en el norte de Portugal.

Parece ser que al cabo de nueve años de la muerte de Doña Constanza, Don Pedro decidió casarse, de manera clandestina, con la que había sido hasta entonces su amante, santificando así su unión ante el obispo de Guarda. Pero aunque la unión fue bendecida por la iglesia no resta ningún documento que pueda probarlo.

Al contrario de lo que pueda parecer fue en estos momentos cuando empezaron a surgir murmuraciones que pusieron punto y final a este amor. Los hermanos de Inés de Castro constituían un gran peligro para la sucesión legítima, puesto que estos nobles castellanos podrían apoyar a sus sobrinos a reclamar el derecho al trono de Portugal.

Fue entonces cuando el rey Alfonso IV el Bravo fue incitado por algunos de sus nobles hidalgos a poner freno a las pretensiones de la casa Castro, temida en Castilla y Portugal, para ello planearon el asesinato de Doña Inés. Tan terrible acto se llevó a cabo un día de 1355 cuando el príncipe Pedro se encontraba de cacería. Doña Inés se encontraba cerca del monasterio de Monasterio de Santa Clara, en Coímbra y fue apuñalada sin piedad por Alonso Gonçalves, Pedro Coelho y Diego Lopez Pacheco, mientras se abrazaba a sus hijos.

Según la leyenda, las lágrimas derramadas por Inés en el río Mondego en el momento que iba a ser asesinada dio lugar a la Fontes das Lágrimas de la Quinta das lagrimas. En el lecho de la fuente pueden verse algas de color rojo que según la leyenda son gotas de sangre de la propia Inés.


Fonte das Lagrimas


Fonte das Lagrimas


Aquí acaba la historia y comienza la leyenda puesto que las crónicas no recogen los siguientes hechos. El mito explica que cuando Don Pedro subió al trono uno de sus primeros actos fue arrancar el corazón en vida de los asesinos de su amada. Vengada su muerte hizo desenterrar su cuerpo y coronarla reina de Portugal por lo que todos los nobles debieron rendirle homenaje y besar su mano.

Según algunos historiadores puede que este hecho tan macabro de vasallaje al cuerpo de la difunta reina se base en realidad en una antigua costumbre de rendir homenaje póstumo a efigies modeladas en cera a imagen del difunto monarca, por lo que puede que en realidad Don Pedro obligara a sus nobles a rendir homenaje a una figura de cera a imagen de Doña Inés colocada en el trono.

El cuerpo de Doña Inés descansa en el monasterio de Alcobaça. Don Pedro dispuso que su tumba y la de su amada debían tocarse los pies, de manera que el dia de la resurreción cuando sus cuerpos se levantaran lo primero que viera fuese su amada Inés.



Sepulcro de Doña Inés de Castro


Aunque el gran amor del rey Pedro el Justiciero, fue Inés, las crónicas de la época de su reinado, escritas por Fernão Lopes recogen otro romance.

Dicen que el rey mantuvo una apasionada relación con su escudero Afonso Madeira al que "amava mais do que se deve aqui dizer". Parece ser que Afonso tuvo un escarceo amoroso con Catarina Tosse, esposa del corregidor Lourenço Gonçalves. A oídos del mismísimo rey llegó la aventura y tal fue la furia del rey Justiciero luego llamado el Cruel, que "madou-lhe cortar aqueles membros que os homens en maior apreço têm, de modo que não ficou carne até aos ossos que tudo não fosse cortado". Según Lopes, el pobre Afonso fue tratado y "curou-se, engrossou nas pernas e no corpo e viveu alguns anos engelhado de rosto e sem barba e morreu depois de sua natural morte".



Fuentes:

http://pt.wikipedia.org/wiki/Quinta_das_L%C3%A1grimas
http://pt.wikipedia.org/wiki/Pedro_I_de_Portugal
http://pt.wikipedia.org/wiki/In%C3%AAs_de_Castro
Almeida Martins, Luis. 365 Dias com Histórias da História de Portugal. Ed. Esfera dos libros (Col. História divulgativa), Lisboa, 2011.